La importancia de tener unos profesores de calidad
En el ámbito educativo, existen diferentes factores para que un estudiante llegue al “siguiente nivel”, como su compromiso o esfuerzo, pero ciertamente uno de los puntos que más influye es la calidad de la enseñanza del profesor.
De hecho, estudios recientes muestran que el incremento del rendimiento del estudiante está ampliamente relacionado con la calidad del profesor y, por ende, si hay poca calidad en la enseñanza del maestro, se obtendrán menores resultados positivos por parte del alumno.
Entonces ¿a qué se refiere una educación de calidad? Si bien, este concepto está ligado a las personas que saben utilizar cada uno de sus recursos pedagógicos de forma correcta y positiva, no solo se trata de una persona que sabe mucho de un tema, sino que conoce cómo hacer que los demás lo comprendan adecuadamente y les sirva para su desarrollo académico.
No obstante, en el aprendizaje de idiomas, el profesionalismo y la calidad del profesor son factores clave, ya que de esto dependerá si el alumno desarrolla las habilidades necesarias para comunicarse y emplear las estructuras gramaticales de manera adecuada.
¿Cómo identificar una formación de calidad?
La formación dependerá de algunos aspectos en donde se trata de distinguir las diferencias entre una educación de calidad y una educación low-cost; esta última se distingue, entre otras cosas, por profesores no formados, horarios libres y aulas con 15 ó 20 alumnos.
Las titulaciones o certificaciones
En la enseñanza de cualquier idioma, ya sea español, inglés, francés o chino, una clase debe ser impartida por una persona con profundos conocimientos de la lengua, esto implica que tenga certificaciones reconocidas en el idioma meta, como el CELTA (Certificate in English Language Teaching to Adults) o CPE (Certificate of Proficiency in English).
Asimismo, no solo se necesita conocer el uso de los tiempos verbales, gramática, etc., sino que se debe poseer un entendimiento de la cultura de dicho idioma. Enseñar es una labor ardua y complicada, tratar situaciones en clase requiere de pericia y experiencia, y no se trata de conocer perfectamente el idioma, es entenderlo y, sobre todo, saberlo explicar. El profesor del idioma debe adaptarse a la forma de aprender de cada alumno y esto requerirá paciencia.
En caso de que el profesor no tenga ningún tipo de certificación o conocimientos que pueda demostrar, entonces es posible que estemos en presencia de una formación de baja calidad o low-cost.
El método
No importa el método de enseñanza, de hecho, no queremos debatir cuál método es más efectivo y cuál no, lo importante es creer en lo que se enseña, lo que terminará por dar resultados.
Cuando el público es joven esto puede ser un factor decisivo, porque si como alumno te gusta un método de enseñanza, inmediatamente se crea un vínculo entre profesor y estudiante.
Los tiempos han cambiado y la vida del estudiante de idiomas es más que solo el examen escrito u oral, ahora hay muchas más herramientas para avanzar en la lengua de una manera más amena y participativa (por ejemplo por proyectos, a través de recursos online como Ted Talks). Además, se pueden utilizar canciones, debates de rol, juegos, representaciones, pantallas, etc., para aprender de una forma más natural, divertida, dinámica, participativa y, por que no, efectiva.
Calidad es entender las necesidades del estudiante
Un profesor con calidad académica no se centrará en dictar lo que está en un libro, una lección, etc., sino más bien tratará de implicar a los alumnos en la dinámica de las clases, las hará amenas, interactivas y participativas, también originales y divertidas, enseñando el idioma como una lengua viva.
Si un profesor domina un idioma, pero no sabe cómo adaptarse a las necesidades del alumno, las clases serán tiempo perdido. Más allá de los gustos y particularidades de cada profesor lo importante es que sea capaz de entender tus virtudes y habilidades para potenciar tu aprendizaje, y hacer los contenidos también «tailor made».
Un elemento negativo en el aprendizaje de un idioma es el “sentir vergüenza”, pero un profesor entiende lo que puedes sentir como estudiante e incluso será un modelo para demostrarte que no debes temer a la vergüenza.
El profesor debe ser un motivador
¿Es importante para un profesor ser un buen motivador en el salón de clases? Por supuesto que sí. Vamos a ejemplificarlo: eres hispanohablante y está aprendiendo inglés o alemán, lo normal es tener altibajos y experimentar episodios de frustración.
Pues bien, un profesor de calidad te hará entender que, un fracaso no definirá lo que puedas hacer o no, más bien te motivará a seguir adelante, dándote las herramientas necesarias para alcanzar los siguientes niveles.
Entiende el idioma a enseñar como su idioma nativo
¿Profesor nativo o no? Hay ventajas de uno y otro bando. Ya mencionamos que el método y los factores motivacionales son importantes, pero un profesor nativo con acreditaciones o titulaciones y preparación necesaria para enseñar, sin duda es un elemento de mucho valor.
Esto significa que está al día con los nuevos términos del idioma y es capaz de transmitir el componente cultural ligado a este.
Vale la pena pagar por la calidad de enseñanza
No creas en los atajos fáciles y low cost. La enseñanza de calidad es la mejor inversión que puedes hacer, ya que los resultados de enseñar bien se ven con paso del tiempo, esfuerzo y dedicación, jamás de la noche a la mañana.
Con el sistema low cost no se puede cimentar una buena conexión entre profesor y estudiante. Los horarios libres no proporcionan un buen seguimiento en el aprendizaje y exigen una fuerza de voluntad que no está al alcance de todo el mundo, y mucho menos para aprender un idioma.
Tampoco se puede desarrollar la constancia y la paciencia, factores primordiales. Aprender en un aula de 20 alumnos es una misión muy difícil porque cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje y es una tarea titánica para el profesor hacer un seguimiento personalizado. No negaremos que sirva para desenpolvar y practicar un poco, pero el que quiere de verdad aprender, sabe de lo que hablamos.
En este sentido, Aston School es una academia de idiomas con más de 30 años de historia que tiene como fortalezas la calidad y la excelencia. Todos los profesores deben pasar por un arduo proceso de selección, son nativos, bilingües y con todas las acreditaciones del caso. Además, cuentan con una metodología probada y efectiva a largo plazo.